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lunes, 1 de marzo de 2010Tan incierto como la realidad. Al final, nada es perfecto. Nada es como lo esperas. Aunque no lo creas, la realidad supera la ficción. Quién diría que un rutinario y aburrido 26 de febrero, día cualquiera donde deseaba y clamaba más vacaciones al mismo tiempo que me autoconvensía y preparaba mentalmente para el odiado y no esperado primer día de clases el 3 de marzo, puede convertirce, de un momento a otro, en un cumpleaños sorpresa adelantado planificado secretamente por 3 de tus amigas del Liceo teniendo de cómplice, además, a tu propia madre. Considero que el sector donde vivo está relativamente alejado de la gran urbe que corresponde a Santiago; de hecho, soy de barrio periférico sin comúna específica -justo en la línea limítrofe de la comuna de Maipú, compartiendo la división junto con Padre Hurtado y Peñaflor; para mi amigo desorientado, a 20 minutos de Melipilla y toda la vida de campestre-. Más aún, considerar la distancia desde donde viven mis anfitrionas de fiesta sorpresa, hasta llegar a un lugar no específico de Maipú y sin paradero de referencia -porque está tan desapercivido y lejos que no les alcanzó uno cuando lo constryueron- es verdaderamente extraordinario el tan solo pensar que se iban a dar la soberana lata de venir a verme. Pucha, que las quiero ♥ Honestamente, no quería ver el Festival de Viña. ¿Por que, entoncces, terminé cantando y bailando La Noche y Ricardo Arjona? Y lo admito, la pasé genial, de la fomra como solo se puede pasar con ellas. A eso de las 3:30 de la madrugada del 27 de febrero, estábamos todas en la sala de estar jurándonos friki-rockstars mientras jugábamos en el ps2 un juego hackeado del Guitar Hero: Guitar Anime :B Bastante desconsiderado de nuestra parte el tener el volumen considerablemente alto para esas horas de la noche escuchando, además, la canción más dura de la lista a jugar: "What's up people?". Lamentablemente soy lo bastante... rara? como para disfrutar del tema y cabecear locamente mientras la escuchaba. ¿Puede ser irónico, entonces, que durante la canción más dura se haya hecho el apagón? ¿Puede ser irónico, también, que segundos después la tierra haya despertado, como quien recita un conjuro de magia negra para crear catástrofes sobrenaturales? ¿Esto no es realidad, acaso? No es sobrenatural que tiemble. Es cuestión casi cotidiana el lidiar con temblores en un país que habita sobre la placa de Nazca. No es de extrañar desvelarse por las noches porque un temblor samarrea tu cama, y no es extraño sentir que la casa se tambalee con temblores que en otras tierras pueden ser catástrofes. De hecho, pensamos que esto podía ser cosa poca, como todos los otros movimiento tectónicos que hay durante el año. 'Todo está bien' Repetíamos todas mientras esperábamos a que el movimiento cesara. Generalmente, a medida que esperas el movimiento se ahce cada vez más fuerte, y también es común. 'Todo está bien' Nos repetíamos esperando a que todo cesara. Pero, ¿era normal que justo después de un apagón comenzara un remesón, como si este hubiera mandado frecuencias de tal colosidad que provocaran un corte de luz en todo el sector, y más alla? Y si era normal, ¿por qué diantres seguíamos esperando a que los movimientos terminaran cuando, en realidad, aumentaban su intensidad? Con 10 centímetros de pésimo campo visual devido a la ausencia de luz, notábamos como la televisión saltaba del mueble que la sostenía. El ruido de la tierra, al principio sordo, se volvía estremecedor, como tratando de saturar los tímpanos de quienes estuvieran lo suficientemente cerca como para sentirlo. No suficiente con los impulsos nerviosos enviados desde el tímpano a causa del movimiento tectónico, se escuchaba como se rompía un objeto imposible de distinguir. Otro más hizo presencia al encontrarse en el piso, y otro, otro y otro... Qué diablos, ¿los ventanales reventaron? ¿los platos cayeron? ¿la casa se iría abajo? ¿Cuándo podría imaginar que mi fiesta sorpresa se vería irrumpida por un terremoto que, en ese momento, pensaba que destruiría mi casa, mi barrio periférico y mi corta vida aún sin poder cumplir mis 17? De la misma forma que el momento, fue irreal todo lo que puede llegar a pasar por una mente humana en momento de estrés y con las redes sinápticas saturadas de adrenalina. ¿Qué pasaría con la gente de los hospitales? ¿podría proteger a mis 3 invitadas sorpresa? ¿mis hermanos estarán asustados? ¿mi perra estará asustada? ¿cómo asdf podría salvar a mi mascota, si la salida al patio estaba cerrada con llave y de un momento a otro podría bloquearse la pasada, caer el techo, o simplemente no encontrar la llave por la oscuridad y el meneo del suelo? Podría decir que mi vida estaba pasando frente a mi en esos momentos, bajo un cojín del sofá que colocamos sobre nuestras cabezas cuando escuchamos el primer estruendo que hizo algún objeto al encarar el suelo. Mi abuela nos gritó para que saliéramos a la calle, y con ello se dió fin a mi monólogo express; apretamos cachete y corrimos hacia afuera. ¿Era la tierra, o eramos nosotros que aún seguíamos temblando por conmosión? Si esto fuera normal, o dentro de los parámetros de normalidad, todos estaríamos en pleno shock nervioso preguntándonos que rayos pasó. En pleno terremoto, Mary llamó a su madre para comentarle que justo en ese momento había movimiento. - ¿Mamá? Si, está temblando. No. No. Ajá. Sep. Naah, todo bien. Estamos afuera. Seee... hace frío. ¿Y qué tal por allá? Bueno. Te quiero, mamá~ Cuando nos dimos cuenta, mi hermano más pequeño estaba con nosotros, en la calle, parado sobre la acera... durmiendo. Al pasar el rato y darnos cuenta de lo sucedido, tal película de ciencia ficción, retrocedimos en el tiempo. Nos quedamos como en períodos de reseción o en un albergue en tiempos de la segunda gerra mundial. No había luz; los fusibles explotaron. No había agua, y menos línea telefónica. ¿Qué mas remedio que volver a esos tiempos donde la máxima entretención era la radio? Y estar dentro del auto, escuchando la única radio disponible -Radio Cooperativa, TE AMO-. Más fuerte que el terremoto del '85, más extenso que el terremoto de Valdivia y el doble de intensidad que el de Haití. Todo Chile sintió el remesón. Concepción como epicentro, Santiago como segunda repercusión más fuerte. 9 grados en la escala de Richter en la primera, 8 grados en la segunda. Cosas de la vida, ¿no? A eso de las 12:00 de la mañana estábamos todos tomando desayuno después de dormir un par de horas con suerte. Gente salía a trotar como si fuera cualquier mañana. Y mi hermano pequeño, recién despertando después de dormir 8924723894723894 horas aguantando ruidos, terremoto y sus respectivas réplicas : ) Ya más tranquilos, nadie podía ocultar la hipersensibilidad ante cualquier movimiento que todos presentábamos. Algo así como un síntoma post-traumático. Las niñas regresaron a sus casas. Con la luz diurna dimensionamos el daño de la casa; nada de paredes rotas o tejas abajo, nada de pisos desnivelados o ventanas rotas. Volaron platos, tazas, televisiones haciendo equilibrio, cuadros y objetos decorativos caídos o a medio camino del avismo, y desorden en los guardarropas. Viviré lejos de la urbe, tomaré miles de combinaciones micro/metro para ir a centros comerciales, me levantaré a las 5:30 am para asistir a clases, perderé 4 horas diarias de viaje para estudiar y no viviré en el sector más privilegiado de la Región Metropolitana, pero fui TREMENDAMENTE afortunada. No hubo discriminación entre barrios adinerados -  sectores de Las Condes quedaron hecho pebre- y de menores recursos. Me sentí dentro de un paraíso, comparado a todo lo que la radio relataba.Siendo honesta, yo ya estaba feliz de haber alcanzado a celebrar mi cumpleaños por unas horas, aunque sea de forma adelantada. Si las chicas hubieran esperado hasta el día exacto, la celebración no habría sido posible. Era algo que estaba peor que simplemente calculado y planeado. No puedo creer que fue sólo coincidencia. A pesar del terremoto y del miedo general del vulgo por lo acontcido, pasé un muy buen 28 de febrero. A las cero horas del 28, mi familia me canta y me dan un presente. ¿Por qué diablos se acuerdan de mi habiendo pasado lo que pasó? Ese día, dormí lo que no pude la noche anterior y con pijama nuevo. Natalia me fue a ver gustosa esa tarde -con un regalo de cumpleaños muy particular, debo decir-, y a pesar de que no hablamos grandes cosas y que ya estoy acostumbrada a sus visitas, fui feliz~ Pero, quién no lo estaría si tu mejor amiga te visita por cumplir 365 días más de vida. Peor aún fue cuando Cristian pasó a verme también. ¿Que no debería estar en su casa pasando tiempo de calidad con su familia después de un terremoto grado 8? Me alegré mucho de ver que Naty y Cristian se llevaban mejor de lo que pensé. Mamá estaba preparando la once para comer mi familia y mis dos visitas -en ese momento, ni mi abuela ni mi padre se encontraban en casa, por lo que se estaban preparando 6 puestos en la mesa-. Momentos después, el timbre de mi casa anuncia la presencia de más gente. El Zipy -Rodrigo-, Feña -Fernando e_e- y María se dieron otra lata más solo para saludarme por mi cumpleaños. OMFG. ¿Qué onda con el mundo, por Dios? En la mesa, 5 visitas y yo. 6 puestos en total. Al terminar la once, Claudio cruza el umbral de la puerta y pasa a ser parte mis ya 6 visitas. Momentos después, recibo desde el celular una llamada inesperada... - No, no lo puedo creer. Dime tu nombre completo - Adrian De la Garza Myers Oh, my gosh~ ¿Como es que, a pesar de todo, sin planes y sin menor intención, haya gente que recordó mi décima séptima vez que nací -que suena enrredado eso xD- y haya podido disfrutar de ello? De forma atrasada, el Leo vino a verme, aunque pudo haberse quedado en casa o apoyando a su familia por sus problemas. Y para más remate, con un pequeño presente. Más tarde, el Tito. Sumando un par de mensajes en Facebook... Nadie lo planeó. Nadie calculó el momento exacto del terremoto. Nadie vino a visitarme de modo que se ocuparan los puestos justos de la mesa. Nadie pensó que escucharía un piano, en vivo y en directo, tocando sencillamente para mí, ese día, desde México. Nadie creyó que yo podría tener, a pesar de todo, un muy feliz cumpleaños. No saen cuanto... gracias a todos por hacerme feliz, por hacer un esfuerzo solo para ello; y quienes no, gracias, muchísimas gracias por estar a salvo. Ni en la película de ficción más loca o el manga shojo más predecible y colmado de 'coincidencias' habría tanta mezcla de tantas cosas distintas, por el simple hecho de que esas cosas no existen dentro del mismo plano o categoría. Pocas historias juntan fantasía, terror, comedia, ciencia ficción y demás en un solo contexto. Me gustaría que todos pudieran contarlo como yo. Pero no todo es como se quiere. Nada es como lo esperas. Nada es del todo perfecto. Nada es como el presente. Nada tan concreto e incierto como la realidad. Momentos después, me entero que se aplasa el ingreso a clases; entro el 8 de marzo. Etiquetas: birthday, vagaciones
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Un abrazo
Tener el lado humanista de mi cerebro más desarrollado
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