![]() |
![]() |
||
viernes, 26 de diciembre de 2008El libro me dió hambreDevería estar escribiendo sobre la Navidad recién pasada, o del término del año y por ende del inicio de otro. Devería de estar escribiendo algo que merezca del qué escribir, pero recordé que esto es un lugar para escribir cuando se me de la real gana, porque aquí, de forma extrañamente egoísta, no quiero complacer a nadie más que a mí.Así, me decidí a escribir sobre lo que ahora ronda estúpidamente incesante en mi cabeza. No suelo pensar de forma materialista la navidad, y por lo general los regalos los dejo en segundo plano. Este año, como lo he hecho durante los últimos pocos, no pedí nada para navidad. Mi mamá me pedía pistas, me hablaba o intentaba persuadirme apra que, por lo menos, dijera que quiero una polera así y asá tendiendo resultados negativos. Para mi GRAN sorpresa, de entre algunos chocolates y cartas que me correspondían, mi mamá me entregó un paquete rectangular de gran grosor que perfectamente pudo haber sido de un mini set de cremas. Me sorprendió lo flexible que era, de modo que adiviné lo que podía ser; aunque ante mi inexperiencia ante lo que suponía que era, me asusté un poco al ver su grosor. Abrí el paquete, y una contra-portada negra me detuvo en seco el pensamiento al no reconcer el libro. Al darlo vuelta, era obvio; la imágen me llegó antes que el título: el libro de "Crepúsculo". - Busqué por todas partes la saga que buscabas, la de Lemony Sicket, pero su alto precio, pocas págians y varios libros no me convencieron. Así que conseguí este (que tenía más páginas y no tenía mucha diferencia en cuanto al precio con el primero), que consideraba de todas maneras como segunda opción de regalo-. ¿Cómo había recordado el nombre del autor y el título de este otro libro? En cuanto al nombre del autor, era difícil de recordar conociendo la mente de mi mamá, que seguramente tuvo que hacerse entender con gestos en las tiendas para poder ser comprendida; aunque eso me impresionó en menor grado de lo que me impresionó el ver el libro Crepúsculo en mis manos. Recuerdo no haberlo mencionado más de 2 veces de forma casi desinteresada en momentos casi opuestos a los que mi mamá intentaba persuadirme para sacarme peticiones de la boca. ¿Cómo retuvo el nombre y saber, al mismo tiempo, que tenía interés en el libro? Poder de madre...? Seguramente. Admito que me conmoví. Me pilló con la guardia baja :P Si, la película a estas alturas debe de tener a medio mundo más que rayado con ese nombre, con los vampíros, y los antiguos seguidores han de tener la sengre a punto ebulloscópico por el fanatismo superficial y momentáneo, parecido al que se adopta cuando algunos siguen algún estilo o ropa de moda sin saber el por qué, que tiene la gente por estos tiempos al guiarse vagamente por un título y un vampíro. Pero ese no era mi pensamiento en lo absoluto, la película no me interesaba y no estaba dentro de mis planes verla. La historia me parecía atrallente desde hace mucho, pero sin llegar a desear fervientemente conocerla, además, aunque tuviera la oportunidad la rechazaría; estaba al tanto que eran demaciadas páginas para una inexperta en literatura y no quería arriesgarme a integrarme a una historia en medio de temporada de clases ya que sabía que causaría un desorden en mis estudios y un descontrol de imaginación grande, sin contar del poco interés que pondría a la lectura y a la poca comprensión que tendría. Por lo que decidí imaginarmela. Me parecía divertido poder crear por mi propia cuenta una historia con la base de la original. Tenía algo de experiencia en temas de vampiros. Un manga que me tenía ansiosa trataba este tema. No tuve buenos resultados; mi inexperiencia en temas románticos y mi falta de imaginación para las historias me jugaron en contra, por lo que dí el tema por suspendido hasta que mi mente se activara para seguir, o para cuando terminase el período de clases. Si, el libro llegó justo a tiempo. Tenía el verano casi totalmente desocupado y me estaba preguntando en qué libro podría leer para culturizar y alimentar mi imaginación, ya para ese entonces muerta; por lo que fui enormemente feliz por saber que tenía la oportunidad dada como casi predestinada y por sentir que mi interés suspendido por la historia en período de clases volvía, y ahora, con más intensidad, ahora que tenía la historia original "completa" (bueno, es una saga de 4 libros por el momento y yo tenía uno, no podía estar com-ple-ta) y no necesitaba más que poder apra visalizar palabras para seguir la historia. Por lo general, leo lento. Me distraigo fácil de la lectura cuando la historia no me atrapa (no soy de un gusto exquisito para nada, soy muy simple para las historias, hasta el punto de que me han gustado patéticos cuentos con pésimas críticas, aunque ninguna de estas me han sumergido). Puedo estar una tarde completa leyendo un libro sin parar de 100 páginas para luego ver que estoy en la 60 o 70. Por lo que decidí empezar a leerlo el mismo jueves, conciente de mi lentitud y esperando poder terminar el impresionante e intimidador (para una inexperta que se asusta con libros de 200 páginas) libro de 506 páginas. Empecé a leer al despertar el jueves, obedeciendo a un impulso no muy familiar. Sabía que era temprano, la casa permanecía silenciosa signo que mis hermanos y padres seguían durmiendo, pero ignoraba la hora. Solo leía. Sentí que pasaron menos de 10 minutos cuando me llamaron a almorzar. Fue cuando me di cuenta que había pasado cerca de 4 o 5 horas arriba leyendo, y mi impresión fue mayor cuando descubrí que solo había avanzado 110 páginas. Reanudé la lectura al terminar el almuerzo no pudiendo contener la curiosidad en el desarrollo de la historia. Disfrutaba de cada letra de cada palabra. Era simple, fácil de seguir, casi a prueba de tontos. Pude hacerme imágenes increíblemente claras en mi mente que hace tiempo no podía ver con la lectura. Heché un vistazo al numero de hoja... 198. Seguí leyendo, sin pensar en cuanto podía avanzar con tanta concentración adquirida. Pronto me di cuenta, que no solo creé imágenes increíblemente nítidas, sino que hasta oía y sentía lo que pasaba en el momento. Me aprecía divertido, en una novela con romance siempre se me hace curioso el sentir algunos cosquilleos al pasar por las partes de tensión amorosa B: sobre todo si consideramos que tengo el nido de mariposas literalmente putrefacto dentro de mi estómago hace ya mucho tiempo y que nunca nadie las ha podido compartir al mismo tiempo que yo, por lo que se me hacía más curioso. No era raro darme cuenta que gritaba, hacía gestos, hablaba con el personaje en cuestión y hasta me enojaba con este en ocaciones; estaba totalmente sumergida en mi imaginación... sinceramente, extrañaba esa sensación. Morí de susto cuando vi sin querer el numero de página al terminar un capítulo: 200. - ¿Tan poco avancé? Fue una decepción rotunda. Aunque luego comprendí el por qué repasando de una ojeada lo que había demorado tanto en leer. Cuando una historia me atrapa, mi lenta lectura se hace aún mucho más lenta. No porque no quiera leer el final, al contrario, lo ansiaba, pero en un acto inconciente, tenía la necesidad de querer tener en la retina una imagen fuerte y clara de la historia para saborear cada instante, cada objeto y cada personaje que se me presentaba; no quería que se apartase ni un solo detalle. Era casi egoísta. Más me frustraba mi mala memoria, porque de forma inconciente intenaba retener lo mejor posible la información, sabiendo mi conciente en el momento que después de algunas semanas olvidaría miles de detalles que ahora eran casi cruciales para el escenario de la historia. Seguí, entonces, con mi lectura lenta, muy lenta. Seguí mirando cada letra y palabra para no interpretar mal el sentido de la frase, y seguía leyendo e imaginando. Saboreé cuanto pude la historia. Cambiaba de foco si mi perspectiva no me satisfacía (lo que me pasó varias veces cuando imaginaba las escenas entre Edward y Bella, devido a mi incapacidad de imaginarme a nuetro vampiro tan inhumanamente hermoso como lo describían, teniendo que cambiar de perspectiva varias veces para crear una atmósfera acorde a la sensción que tenía) y casi por incercia colocaba música de fondo casi tan clara que aveces pensaba que mi hermano podría estar escuchadno música en la habitación de al lado. Si, es patético. Sé que existen libros mejores, o más complejos o más importantes como para describir la sensación que te dió. Sé que pareciera que nunca hubiera leído un libro de verdad, pero no es la primera vez que me pasa. Es de tan escazas ocaciones que a veces creo que simplemente no pasan, y esta vez la sensación me estremeció bruscamente al perder la costumbre, y se me fue inevitable acabar aquí. Si, el libro me encantó. Terminé el libro alrededor de las 5 de la tarde de hoy, viernes. Lo único que me ayuda para terminar un libro que me guste de verdad, jugándome en contra mi casi extrema lentitud, es el poder estar con necesidad de estar pegada en la cama leyendo sin parar hasta encontrar el fin de mi incontrolable hambre de saber. Tal vez sea signo de gula expresada en la obsesion de un libro. Si, quiero más. Me aturde saber que hay más de estos. Pero pronto iré a la gira de estudio, y estoy segura que no me dedícare a leer el libro; estaré obligada a seguir la rutina previamente planeada durante una semana. No, no me importa que te hayas decepcionado, o te hayas reído al leer la sobre-extensión de algo innecesario y perfectamente resumible a algún sarcasmo, "el libro me dió hambre", ¿no? Si, mi madre merece más que unas felicitaciones, aunque pensaba darle las gracias durante todo el mes de Enero y parte de Febrero suponiendo una enorme tardía para leerlo ^^.
|
about Me
|
||
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |